Ingeniero Químico por la UTN, Gerardo López fundó la empresa encargada de crear un barbijo que retiene y elimina virus y bacterias. Los detalles del proyecto y de su funcionamiento
Científicos del litoral son los artífices detrás de Ion Positivo, la marca de los nuevos superbarbijos que a partir de nanopartículas de plata y zinc, matan bacterias y virus como el Covid-19. Se trata del equipo de profesionales a cargo de la empresa Nanotek, cuya área de desarrollo está alojada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro y tiene al ingeniero Gerardo López al frente.
López nació en Rosario y estudió la carrera de Ingeniería Química en la Universidad Nacional Tecnológica (UTN). Si bien destaca llevar a la ciudad en su corazón, la mayor parte de su vida la pasó en Santa Fe, donde hizo carrera dentro del Conicet y fundó en el año 2006 la empresa de nanotecnología, Nanotek, la primera en exportar nanotecnología desde el país.
El ingeniero define a esta ciencia como el estudio y la manipulación de la materia en tamaños muy reducidos, apenas mayores que la atómica, las cuales a esa mínima escala presentan funcionalidades únicas. Desde hace años, la firma viene en el camino de aplicarla a diferentes productos para optimizar procesos y lograr funcionalidades en el campo del medioambiente, la higiene y la salud.
“Nosotros nacimos a partir de conocimiento científico generado en el Conicet y en la Universidad del Litoral, acerca de la ciencia de los materiales. A partir de allí empezamos a desarrollar distintos tipos de nanomateriales y a buscarles aplicaciones prácticas, trabajando al principio con partículas de nano hierro para hacer remediación ambiental”, contó López.
Con el tiempo, empezaron a investigar las funcionalidades de las nano partículas de plata como agentes eliminadores de bacterias y neutralizadoras de olores. En este sentido, el ingeniero señaló que incluyeron las mismas en el desarrollo de una serie de pinturas destinadas a hospitales o industrias alimenticias, con el objetivo de evaluar sus potencialidades sanitarias.
“Pintamos las salas del Garrahan y del Santojanni en Buenos Aires con estas pinturas y les hicimos un seguimiento por hisopado para determinar la cantidad de microorganismos que quedaban en las paredes. El éxito fue rotundo, comprobamos que la nano plata era un elemento que podía usarse como bactericida al tener una capacidad antimicrobiana y, a su vez, antiviral“, explicó Lopez.
Barbijos todo terreno
Nanoteck no solo se encarga de fabricar nanopartículas de plata, sino que también las funcionaliza. Esto implica que a través de un meticuloso proceso, le colocan distintos enlaces químicos para poder unirlas a variados materiales, como fue en su momento las pinturas y pasaron a ser, luego, los textiles naturales como el algodón o sintéticos como el nylon.
Fue la firma textil Siete Ideas, originaria de la localidad bonaerense de Caseros, la que se volcó a confeccionar los barbijos que hoy incluyen estas partículas en su interior. Según contó López, compartieron largos meses de trabajo conjunto que conllevó testeos en el INTI, en el INTA y en el Laboratorio Stambulian, hasta obtener el producto final que tanto anhelaban: barbijos con nanotecnología.
“La mayoría de los barbijos funcionan como un filtro que detiene los aerosoles emitidos por las personas, los cuales cargan las partículas de Covid-19. Esas mismas partículas quedan pegadas en la tela y es necesario higienizarla a menudo”, detalló López y agregó que el barbijo Ion Positivo está diseñado para usarse de manera continua durante ocho horas diarias, cinco días de la semana, sin necesidad de ser lavado ya que manteniene su capacidad antiviral.
Para López no hay dudas de que la nanotecnología será la protagonista de la quinta revolución industrial: “Nosotros propusimos una avance, crear un dispositivo textil que no solo detenga los microorganismos sino que también los elimine, con la doble función de filtrar y a la vez sanitizar”.
Algo que el científico se encargó de remarcar es que las micropartículas de nano plata nunca quedan en contacto directo con la boca y la nariz ya que estas son incorporadas a una tela que es colocada en el medio del barbijo, protegida por otras dos capas.
En cuanto a su comercialización, contó que actualmente se distribuyen en farmacias de distintas ciudades, principalmente en Buenos Aires y Santa Fe y que establecieron un convenio con un distribuidor para que lleguen a Rosario. Su precio de venta al público ronda los $400 y se vende en un paquete de tres barbijos, lo cual lo hace una opción sumamente competitiva con respecto a otras marcas que hay hoy en el mercado.