En el marco del convenio entre el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC) UNL-Conicet, y la empresa Clorar Ingeniería, alojada en el PTLC, se está desarrollando un proyecto pionero que aprovecha la infraestructura de la Planta Piloto del INTEC para llevar a cabo un trabajo de electropulido en tanques de gran porte destinados a la industria farmacéutica.
Una planta piloto al servicio de la innovación regional
Según Claudio Berli, director del INTEC, la planta piloto del instituto está diseñada para ser un puente entre el laboratorio y la producción industrial. Este espacio no solo valida proyectos propios de investigación, sino que también está disponible para empresas de la región, como es el caso de las alojadas en el PTLC. “Clorar y Lipomize fueron las primeras empresas en acercarse. En el caso de Clorar, necesitaban un puente grúa y otras instalaciones que nuestra planta ofrece para manipular reactores de gran tamaño”, destacó Berli.
“El proyecto con Clorar representa un punto de partida para la planta piloto, que está en un proceso de puesta a punto. Decidimos comenzar con pequeños proyectos para generar un círculo positivo: recaudar fondos, reinvertir en la planta y ampliar los servicios disponibles”, agregó.
Un desafío técnico y logístico
Bruno Spadillero, director de Clorar Ingeniería, explicó que el trabajo consiste en el electropulido de dos tanques de acero inoxidable de 35 metros cúbicos, un proceso que mejora la resistencia a la corrosión y reduce la rugosidad de las superficies, lo que es clave en la industria farmacéutica. “Nuestra planta trabaja con reactores más pequeños, por lo que el tamaño de estos tanques nos llevó a buscar alternativas. Encontramos en la planta piloto del INTEC un lugar ideal, con el espacio, el puente grúa y los servicios auxiliares necesarios”, comentó Spadillero.
Los tanques fueron fabricados en Mendoza y están destinados a un usuario final ubicado en la provincia de San Luis, lo que añade un desafío logístico importante al proyecto. “El traslado de estos tanques requiere camiones tipo carretones y permisos especiales de Vialidad, lo que suma tiempo y coordinación al proceso”, agregó.
El proyecto incluye innovaciones en el proceso de electropulido. “Trabajamos por sectores, utilizando técnicas de bajo volumen de solución y un circuito cerrado para minimizar los efluentes”, señaló Spadillero. Esto permite que la solución utilizada sea renovada parcialmente, garantizando su reutilización en otros procesos y logrando un esquema de efluentes casi nulo. “Primero limpiamos bien la superficie con artículos desengrasantes antes de comenzar el electropulido. Luego, aplicamos la solución en sectores definidos con paños que varían en tamaño según la zona del tanque: desde 10 x 10 cm para soldaduras hasta 30 x 30 cm para áreas generales. Este método nos ayuda a aumentar la productividad y optimizar el tiempo en cada etapa del proceso”, agregó.
Además, la empresa desarrolló un sistema que controla la temperatura, el caudal y la calidad de la solución en un circuito cerrado, utilizando solo 200 litros de solución por vez. “Estamos alcanzando una tasa de trabajo de 0.5 a 0.6 m² por hora, y estimamos completar ambos tanques en unas 250 horas de trabajo efectivo”, concluyó Spadillero.
Un modelo de colaboración público-privada
En el marco de este proyecto, se implementa un convenio con el CETRI de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), a través del cual se acuerda un sistema de servicios a terceros (SAT) de múltiples comitentes. “Este sistema permite a las empresas acceder a la infraestructura de la planta piloto para desarrollar distintos proyectos, lo que facilita la colaboración entre distintos actores del ecosistema”, subrayó Berli.
El proyecto no solo representa un avance técnico, sino también un modelo de colaboración entre una institución científica y una empresa tecnológica. “Es un trabajo colaborativo donde todos aportamos: desde las reparaciones del puente grúa hasta los estrictos protocolos de seguridad e higiene que tuvimos que cumplir”, añadió el Director del Intec.
Esta iniciativa resalta el rol estratégico del PTLC como espacio de encuentro para la ciencia, la tecnología y la industria. “Estamos muy entusiasmados con los resultados hasta ahora y con el potencial de esta alianza para futuros proyectos”, concluyó Spadillero.
Luciana Lacava
Prensa PTLC